Y así fue, que Fhermín y yo decidimos partir a buscar la
felicidad, un día unidos en ambas direcciones cargamos lo mejor que teníamos,
unas maletas viejas, imágenes familiares, el arte y nuestra sonrisa agobiada, y
después de tantas caminos y tropiezos, Almas negativas, golpes y garabatos,
descubrimos que la felicidad estaba ahí en nosotros mismos, llegamos y
desembarcamos en nuestro corazón, si es cierto!!!, dije yo; que emoción!!!
grito Fhermín con una expresión inmensa; ahora vemos el mundo de otra manera y
la sonrisa anhelada va descubriendo nuevos caminos, pronto viajaremos en
miradas y corazones llenando ese vacío que muchos padecen, además descubrimos
nuestro nuevo centro de operaciones donde desde aquí vamos a iniciar una vez
más la vida, la nueva forma de vivir, dejando todo lo malo atrás, secar las
lágrimas y plantear caminos positivos, porque la vida es tan corta que la caída
de una lagrima pesada… ahora es tiempo de cambiar, y vivir…gracias a la vida,
gracias a Fhermín, gracias a dios…
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